
La pandemia cambió la pubertad para las niñas
Amet mauris lectus a facilisi elementum ornare id sed sed aliquet dolor elementum magnis quisque id ultrices viverra cursus nunc odio in egestas consectetur cras consequat sodales netus pretium feugiat nulla semper senectus bibendum ornare sit adipiscing ut atid viverra donec nunc, donec pulvinar enim ac habitasse fermentum amet praesent atac elementum id sed nibh diam ultrices nibh enim volutpat varius et est sed vestibulum neque.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat.
Vitae congue eu consequat ac felis placerat vestibulum lectus mauris ultrices cursus sit amet dictum sit amet justo donec enim diam porttitor lacus luctus accumsan tortor posuere praesent tristique magna sit amet purus gravida quis blandit turpis.

Ornare sit adipiscing ut atid viverra donec nunc, donec pulvinar enim ac habitasse fermentum amet nunc praesent atac elementum id sed nibh diam ultrices nibh enim volutpat varius et est sed vestibulum neque.
Amet mauris lectus a facilisi elementum ornare id sed sed aliquet dolor elementum magnis quisque id ultrices viverra cursus nunc odio in egestas consectetur cras consequat sodales netus pretium feugiat nulla semper senectus bibendum.
“Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui offi.”
Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur. Excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.
Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat.
La pandemia de COVID-19 no solo afectó la salud física a nivel global, sino que también generó alteraciones notables en el desarrollo biológico y psicológico de las niñas, especialmente en la pubertad. Se ha observado un aumento de casos de pubertad precoz y una aceleración en la progresión puberal que parecen estar relacionados con los cambios en el estilo de vida, la alimentación, el estrés y las nuevas dinámicas sociales impuestas por el confinamiento.
La pubertad precoz es la aparición de caracteres sexuales secundarios antes de los 8 años en las niñas, un fenómeno que, aunque poco frecuente, ha registrado un incremento notable durante y después de los períodos estrictos de confinamiento. Investigaciones realizadas en Italia y otros países evidencian que entre los meses de marzo y julio, en plena cuarentena, aumentaron los diagnósticos de pubertad precoz y casos de progresión puberal acelerada[1][2][6].
Este desarrollo prematuro se manifiesta, por ejemplo, en el crecimiento acelerado, desarrollo del botón mamario y cambios hormonales detectados con pruebas específicas que revelan niveles elevados de luteinizante (LH) y estradiol, así como un aumento en el volumen ovárico[1].
Durante el confinamiento, muchas familias reportaron un aumento en la ingesta calórica y una reducción significativa en la actividad física de los niños y niñas. El incremento en el índice de masa corporal (IMC) se ha vinculado directamente con la activación temprana de la pubertad, dado que la grasa corporal influye en la producción hormonal y la señalización del inicio puberal[1][2].
El tiempo frente a pantallas creció exponencialmente en niñas durante la pandemia. El uso prolongado de dispositivos electrónicos puede afectar la secreción melatonina, una hormona que interviene en la regulación del sistema endocrino y puede adelantar la pubertad[1]. Además, la exposición a la luz azul de las pantallas tiene efectos negativos en los ritmos circadianos, alterando los ciclos naturales de sueño y vigilia, lo que también impacta en el desarrollo hormonal.
El aislamiento social, la interrupción de las rutinas escolares y la imposibilidad para las niñas de socializar generaron altos niveles de estrés, ansiedad y otros trastornos emocionales. Estudios psicológicos muestran que estos factores emocionales pueden acelerar la pubertad al intervenir en el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, responsable de la regulación endocrina del desarrollo sexual[1][3][5].
El adelanto puberal expone a las niñas a vivir cambios biológicos y sociales para los cuales muchas no están preparadas emocionalmente, lo que puede desembocar en problemas como baja autoestima, ansiedad y dificultades en la integración social. La precoz aparición de caracteres sexuales secundarios puede generar sensación de incomodidad, aislamiento y malestar en el ámbito escolar y familiar[2][3].
Además, un desarrollo cerebral acelerado y prematuro debido al aislamiento y al estrés aumenta la vulnerabilidad a trastornos psicológicos, incluyendo depresión y somatización, evidenciada en síntomas como migrañas y cefaleas tensionales[4][3].
Un estudio italiano publicado en 2022 comparó grupos de niñas diagnosticadas con pubertad precoz durante y después del confinamiento con períodos previos, demostrando un incremento notable en nuevos diagnósticos y una progresión más rápida de la pubertad en niñas ya afectadas. Asimismo, se observa un aumento en los niveles de hormonas sexuales y el volumen ovárico en dichas niñas, señalando un impacto fisiológico real generado por los cambios ambientales y psicosociales del confinamiento[1].
Por su parte, en Argentina se ha documentado el caso de niñas que desarrollaron precozmente caracteres sexuales secundarios, afectando tanto el crecimiento físico como el bienestar emocional, con profesionales de la salud infantil expresando preocupación por esta tendencia que refuerza la importancia de la atención temprana y multidisciplinaria[2].
Ante el aumento de casos, expertos recomiendan adoptar varias estrategias dirigidas tanto a nivel familiar como social y médico:
El fenómeno de la pubertad precoz incrementada durante la pandemia es un llamado de atención a los efectos multifactoriales del estilo de vida moderno y su interacción con factores biológicos y ambientales. Se requieren investigaciones continuas para entender con mayor profundidad el impacto a largo plazo en la salud física y mental de las niñas y adolescentes, y para desarrollar políticas públicas que favorezcan un desarrollo saludable en futuras crisis sanitarias o sociales.
Además, la colaboración interdisciplinaria entre endocrinólogos, pediatras, psicólogos y educadores es esencial para abordar integralmente estas alteraciones y apoyar a las familias afectadas.
En suma, la pandemia de COVID-19 alteró no solo la dinámica social y económica del planeta, sino también aspectos íntimos del desarrollo biológico y emocional de las niñas. El aumento en la incidencia de pubertad precoz y su aceleración durante el confinamiento evidencia la compleja interacción entre factores nutricionales, tecnológicos y psicológicos. Reconocer estos cambios es fundamental para brindar una atención adecuada que mitigue sus efectos negativos y promueva un crecimiento saludable en las futuras generaciones.