
El vínculo sorprendente entre el apego a las mascotas y la salud mental
Amet mauris lectus a facilisi elementum ornare id sed sed aliquet dolor elementum magnis quisque id ultrices viverra cursus nunc odio in egestas consectetur cras consequat sodales netus pretium feugiat nulla semper senectus bibendum ornare sit adipiscing ut atid viverra donec nunc, donec pulvinar enim ac habitasse fermentum amet praesent atac elementum id sed nibh diam ultrices nibh enim volutpat varius et est sed vestibulum neque.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat.
Vitae congue eu consequat ac felis placerat vestibulum lectus mauris ultrices cursus sit amet dictum sit amet justo donec enim diam porttitor lacus luctus accumsan tortor posuere praesent tristique magna sit amet purus gravida quis blandit turpis.

Ornare sit adipiscing ut atid viverra donec nunc, donec pulvinar enim ac habitasse fermentum amet nunc praesent atac elementum id sed nibh diam ultrices nibh enim volutpat varius et est sed vestibulum neque.
Amet mauris lectus a facilisi elementum ornare id sed sed aliquet dolor elementum magnis quisque id ultrices viverra cursus nunc odio in egestas consectetur cras consequat sodales netus pretium feugiat nulla semper senectus bibendum.
“Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui offi.”
Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur. Excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.
Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat.
La relación afectiva con las mascotas puede mejorar el bienestar emocional, pero también puede reflejar y, en algunos casos, agravar problemas de salud mental cuando se convierte en la principal vía de apoyo emocional.
Múltiples revisiones y estudios muestran que las mascotas aportan beneficios psicológicos: reducen la soledad, promueven la resiliencia y facilitan rutinas diarias que ayudan a mantener la salud mental[5].
Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que un apego muy intenso o dependiente hacia las mascotas puede asociarse con peores indicadores de salud mental, especialmente cuando ese apego sustituye relaciones humanas seguras o surge de estilos de apego ansiosos en las personas[1][2][3].
La tenencia de mascotas es creciente en muchos países y las mascotas se integran en la vida cotidiana como compañía, apoyo emocional y, a veces, como sustituto de redes sociales[4].
Comprender cuándo la relación humano‑mascota es protectora y cuándo puede ser indicativa de vulnerabilidad psicológica es esencial para profesionales de la salud, veterinarios y responsables de políticas públicas que buscan programas de apoyo efectivos[5][4].
Interactuar con animales activa circuitos de recompensa y regula hormonas vinculadas al estrés: por ejemplo, la oxitocina aumenta y el cortisol disminuye durante el contacto y el cuidado, lo que explica la sensación de calma y vínculo afectivo[5].
Las responsabilidades de cuidado (alimentar, pasear, jugar) generan estructuras diarias que ayudan a mantener la atención en el presente y ofrecen un propósito que puede contrarrestar la rumiación y la inercia asociadas a la depresión[5].
Las mascotas actúan como facilitadores sociales y rompen el aislamiento: en poblaciones como personas mayores, su presencia ha mostrado disminuciones en indicadores de soledad y mejoras en salud general[4].
No todos los apegos son iguales. Estudios recientes hallaron que los dueños con apego ansioso—es decir, quienes dependen emocionalmente de su mascota para sentirse seguros—presentan peores resultados de salud mental, incluida mayor ansiedad y síntomas depresivos[1][2].
Estos efectos parecen más claros en algunos subgrupos (por ejemplo, en mujeres en ciertos estudios) y pueden depender de la especie de la mascota, la calidad del comportamiento del animal y la percepción de compatibilidad entre dueño y mascota[3][6].
La relación es bidireccional: problemas de comportamiento o bajo bienestar en la mascota pueden aumentar la carga emocional del dueño y empeorar su salud mental; a su vez, la salud mental del dueño influye en el cuidado y en el comportamiento del animal[3].
En adultos mayores, la evidencia sugiere efectos preventivos sobre la salud física y cognitiva: menor incidencia de eventos cardiovasculares y menos síntomas de depresión en cohortes observacionales, aunque la evidencia no es totalmente uniforme[4].
Para personas con enfermedades mentales crónicas, las mascotas pueden ser un componente terapéutico: fomentan la rutina, reducen la ideación rumiativa y actúan como soporte no estigmatizante[5].
La relación entre mascotas y salud mental infantil es compleja: algunos estudios encuentran efectos protectores según la especie y el momento de incorporación del animal; otros detectan asociación entre apego intenso y mayor riesgo de ansiedad en ciertos contextos[6].
Programas comunitarios que faciliten la interacción con animales (adopciones responsables, terapias asistidas por animales, espacios públicos pet‑friendly) pueden potenciar los beneficios mientras se minimizan riesgos si incluyen educación sobre apego y bienestar animal[4][5].
Gran parte de la evidencia es observacional; se necesitan estudios longitudinales y ensayos controlados para determinar causalidad y mecanismos precisos[1][3].
Futuras investigaciones deberían explorar diferencias por especie, por género, por edad, y cómo variables como la compatibilidad percibida y problemas de conducta del animal median la relación entre apego y salud mental[3][6].
Las mascotas ofrecen beneficios reales para la salud mental mediante mecanismos biológicos y sociales, pero un apego excesivamente dependiente puede ser un indicador de vulnerabilidad y, en algunos casos, contribuir a empeorar el bienestar psicológico; por ello, la mejor práctica es integrar el cuidado animal con redes humanas de apoyo y, cuando proceda, con intervención profesional[5][1][3].